miércoles, 13 de junio de 2007
Photography
“El Viaje”
Siempre tuve la premisa de tratar de aprovechar la vida al máximo, es por eso que viajar me hace sentir vivo y fotografiar mientras viajo me produce una sensación de placer sólo comparable a plasmar mis imágenes en una hoja de papel. De eso se trata, todas esas sensaciones que experimento en un viaje las atesoro dentro de mí y algunas quedan impresas para siempre. Así nace una muestra, lugares exóticos, paisajes monumentales, grandes ciudades, pequeños pueblos, gente, son embolsados por mi cámara como recuerdos o fragmentos de la vida.
Hay muchas formas de llegar a ser fotógrafo. Una de ellas, posiblemente poco habitual, es estar tantos años detrás de una cámara que la curiosidad y el interés acaben por dominarle a uno completamente.
Ese mismo interés por hacer fotografía me llevo en este caso a lugares como Yosemite National Park donde la influencia de Ansel Adams se percibía en el aire, a Paris donde el romanticismo se apoderó de mí, a Manhattan donde el asombro y enamoramiento cobró tal magnitud que no puedo dejar de volver. Son tantos rincones que a muchos los llevo en mis retinas como recuerdos de vida.
Siempre tuve la premisa de tratar de aprovechar la vida al máximo, es por eso que viajar me hace sentir vivo y fotografiar mientras viajo me produce una sensación de placer sólo comparable a plasmar mis imágenes en una hoja de papel. De eso se trata, todas esas sensaciones que experimento en un viaje las atesoro dentro de mí y algunas quedan impresas para siempre. Así nace una muestra, lugares exóticos, paisajes monumentales, grandes ciudades, pequeños pueblos, gente, son embolsados por mi cámara como recuerdos o fragmentos de la vida.
Hay muchas formas de llegar a ser fotógrafo. Una de ellas, posiblemente poco habitual, es estar tantos años detrás de una cámara que la curiosidad y el interés acaben por dominarle a uno completamente.
Ese mismo interés por hacer fotografía me llevo en este caso a lugares como Yosemite National Park donde la influencia de Ansel Adams se percibía en el aire, a Paris donde el romanticismo se apoderó de mí, a Manhattan donde el asombro y enamoramiento cobró tal magnitud que no puedo dejar de volver. Son tantos rincones que a muchos los llevo en mis retinas como recuerdos de vida.
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